[ Abr.2017 ] El propósito principal de nuestro viaje a la prefectura de Iwate en Japón era ver la pared de nieve.
Mi familia japonesa y yo ya fuimos y la vimos hace unos años y nos dió muy buena impresión, así que nos llevaron allí esta vez.
El lugar por el que fuimos fue por la carretera llamada Hachimantai Asupite Line.
Este camino lo iban a cerrar a las 5:30 pm, como todos los días, pero nosotros entramos justo antes.
Durante un buen rato las vistas fueron bastante decepcionantes y mi familia decía «Tal vez la nieve se derritió a principios de este año», pero cuanto más subiamos a la montaña, más alta se comnvertía la pared de nieve y la vista era increíble.
Cuando aparcamos nuestro coche y salimos, el fuerte viento helado sopló contra nosotros.
Los copos de nieve estaban corrian y bailaban por la carretera.
El cielo invernal era impresionante, también.
Hacía demasiado frío para estar fuera, así que después de hacer alguna que otra foto rápidamente volvimos al coche.
Era finales de abril.
El invierno en el norte de Japón es realmente largo.
No podía creer que sólo un día antes estábamos en la isla de Ishigaki en Okinawa, pasando realmente calor.
Por cierto, la gente del hotel nos recomendó ir a otra carretera llamada Jukai línea que fue inaugurada durante el día de después del período de cierre del invierno, para ver la pared de nieve que supuestamente aún era más alta, así que planeamos ir allí al día siguiente, pero tanto Jukai Linecomo la que fuimos nostros a visitar, línea de Asupita, fueron selladas durante el día siguiente debido a los caminos helados.
El hotel en el que nos alojamos era Hachimantai Heights.
Había dos partes separadas en la misma habitación, dormitorio y sala de estar, lo cual era agradable y el baño en la habitación estaba hecha de hinoki (ciprés japonés).
Esa misma nochea la gran bañera del hotel que habiamos reservado con nuestra familia, y en la mañana siguiente disfrutamos de la bañera de la habitación.
Tuvimos que ir al comedor para la cena (en Japón a veces te llevan la cena a la habitación), y la comida era muy abundante y sabrosa,
Ya habíamos probado la carne de Ishigaki en la Isla de Ishigaki unos dias antes, así que en ese momento disfrutamos mucho de la carne de Maesawa en sushi y plato al vapor.
Había también un plato de cerdo hervido japonés y los cerdos con los que hacían este plato aparentemente habían crecido bebiendo té japonés.
El camarero, hablador y muy agradable, nos trató muy bien y según él, el tiempo más ocupado allí era durante el otoño, cuando la gente viene a ver las hojas de colores.