[ Jun.2016 ] Teníamos invitados del extranjero así que fuimos a Windsor todos juntos, pensamos que sería buena idea ver la marcha de los guardias, así que comprobamos a qué hora era y fuimos allí para estar a tiempo. Justo cuando la marcha estaba apunto de empezar, el cielo comenzó a oscurecer y al momento siguiente comenzó a llover bruscamente. Nosotros, los turistas podíamos abrir nuestros paraguas, pero los guardias no podían. Llevaban ese enorme sombrero de piel de oso, así que estoy segura de que sus cabezas no estarian mojadas, pero quizás los sombreros se volvieron aún más pesados por la lluvia. Fueron bien entrenados así que incluso bajo la pesada lluvia, hicieron la marcha bien , en buen orden. Su velocidad era rápida, esta era la segunda vez que veía esta marcha, la primera vez fue al comenzar la primavera, y llevaban abrigos grises, pero esta vez llevaban los fascinantes uniformes rojos.
Después de un rato, la lluvia se detuvo, así que en el camino de regreso, después de la ceremonia en el castillo, hicieron la marcha al sol. Esta vez no entramos dentro del castillo, y caminamos al rededor de la “Long Walk” y a lo largo del río támesis. Había tantos cisnes en el río que me hicieron sentirme un poco enferma.