[ julio, 2013 ] Había escuchado que Sebastopol era una ciudad militar, así que no estaba particularmente interesada, pero aprendí que tenían un lado muy cultural también.
Así que fuimos de visita desde Yalta.
Primero, fuimos a las ruinas griegas de Khersones.
Fueron encontradas en el año 422 adC por los griegos, aunque luego pasaron a formar parte del imperio bizantino.
Había columnas y arcos de piedra, como en las típicas ruinas, pero también un edificio «nuevo» de una catedral.
Allí, Vladimir el Gran de Novgorod se convirtió al cristianismo en el año 988 bajo la orden de casarse con una princesa.
Esta catedral fue construida en el lugar de una antigua iglesia y inusualmente cuenta con dos historias.
En la planta principal, se realizaba el bautismo.
Los padres realizaban fotos del acontecimiento, siendo que normalmente no estaba permitido hacer foros. Yo también hice alguna que otra foto.
El bautizo ortodoxo es diferente al Católico, por ejemplo, el cura corta un mechón pequeño del pelo del bebé.
En la parte de las ruinas, había también una campana, que fue capturada por los turcos, pero llevada a Francia después de la guerra de Crimea.
Volvió a principios del siglo XX, entonces aunque estaba definida como una ruina griega, pertenecía muchísimo más a este lugar.