Sado Bugyosho (Oficina del Magistrado) y caminata en Aikawa

Sado Bugyosho (Oficina del Magistrado) y caminata en Aikawa

[ Ago.2016 ] Había una mina de oro en la Isla de Sado que apoyó la economía de Edo Shogunate.

Queríamos ver el túnel de la mina, y fuimos hasta la entrada, pero había una señal que indicaba que la temperatura en el interior era de 10 grados centígrados.

Tuvimos que abandonar la idea porque íbamos vestidos con ropa de verano.

Debíamos habernos preparado.

Cuando bajamos de la montaña, nos encontramos con las ruinas de Sado Bugyosho (la oficina del Magistrado), así que entramos a echar un vistazo.

El edificio actual fue restaurado en el año 2000, basandose en evidencias excavadas y en dibujos del siglo XIX.

Originalmente Bugyosho fue construido en 1603, dos años después del descubrimiento de la mina de oro.

La mina de oro, fue gobernada directamente por Shogunato.

Pudimos ver la casa principal y el Seriba, la fábrica donde se seleccionaba el oro entre los minerales.

Dos mujeres nos dieron explicaciones detalladas de cada lugar.

La casa principal, actualmente funcionaba como ayuntamiento, oficina de policía, tribunal y la sede de la propia mina de oro.

Era bastante similar a la que vimos recientemente en Hida Takayama.

El Seriba era muy interesante.

Allí rompían los minerales en trozos y extraían el oro y la plata de ellos.

Había muchas piezas en el equipo de funcionamiento, las cuales eran completamente desconocidas para nosotros, hasta que la guía nos las explicó.

No puedo recordar los detalles de los procedimientos, pero lo que sí recuerdo, es que tamizaban los minerales una y otra vez, de manera que absolutamente nada de oro o plata se perdía.

Esta mina de oro fue la más grande de Japón, pero tan solo dos monedas de oro procedentes del oro de Sado han sido encontradas.

Una de las guías dijo que posiblemente el oro de Sado fue utilizado para fines diplomáticos y fue enviado al extranjero.

Me sorprendió conocer que tan sólo 5 gramos de oro pueden ser extraídos de una tonelada de minerales.

Estábamos tan interesados en el Sebira que pasamos más tiempo de lo que esperábamos, y cuando salimos de allí la lluvia había cesado.

Así que caminamos por las antiguas calles de Aikawa.

Las principales atracciones eran el campanario que fue utilizado como reloj en la época de Edo y la pared de ladrillo de la antigua corte.

Quizás debido al Tifón, las calles estaban casi desiertas.