[ Mayo 2018 ] En Belgrado, la ciudad capital de Serbia, está ‘Silicone Valley’.
Pero este Silicone Valley no tiene nada que ver con la alta tecnología.
Durante nuestro recorrido a pie, esta historia sobre la calle residencial de alto nivel llamada Strahinjica Bana fue muy interesante.
En la década de 1990, Serbia fue odiada por la comunidad internacional e impuso sanciones económicas.
La vida de la gente en ese momento fue realmente dura.
La inflación subió y subió, por lo que el gobierno tuvo que emitir 500 mil millones de billetes de dinares.
Tan pronto como las personas recibían el salario, lo intercambiaban Deutsche Mark.
Debido a que el precio subía cada 6 horas, corrían literalmente hacia Lascasas de cambio.
El salario promedio de un mes era de 5 DM, mientras que 1 litro de gasolina costó 2 DM.
Debido a que no podían comerciar con ningún otro país, se les acabaron los bienes de consumo y durante mucho tiempo, las personas hacían largas filas para poder obtener una botella de leche.
En esta situación, las organizaciones criminales a las que llamaron Mafia controlaban los mercados negros.
Ellos vivieron allí en Strahinjica Bana.
La mayoría de ellos usaban vaqueros «Diesel» y para mostrar el logotipo, se camisaban.
O llevaban chándales muy vistosos y de sus cuellos colgaba una gran cruz de oro.
Y conducían un Porsche con una novia rubia.
Todas esas mujeres rubias tenían pechos grandes, pero la mayoría no eran naturales, sino que estaban hechas de silicona.
Es por eso que esta calle se llamaba ‘Silicone Valley’.
La historia seria que termina así me hizo reír.
En la década de 2000, el país se abrió de nuevo por lo que los mercados negros desaparecieron y, además de eso, muchos de esos miembros de las mafias se mataron entre sí, por lo que las mafias fueron gradualmente eliminadas.
Pero Tamara, nuestra guía dijo: «Algunos de los sobrevivientes de la mafia se cambiaron de ropa, pasaron de llevar chándal a un traje de negocios y se hicieron hombres de negocios».
En realidad, vi un gran Ferrari en un estacionamiento por la tarde de ese mismo día, y pensé que este podría ser uno de esos ‘hombres de negocios’.
No solo actualizaron su ropa, sino también sus coches.
Al comienzo de esta historia, de su historia moderna, Tamara habló un poco acerca de la época de Tito.
Ella dijo que la gente estaba muy feliz por aquel entonces.
Con el pasaporte de Yugoslavia, la gente podía viajar al este y al oeste sin visas, por lo que se robaban muchísimos pasaportes.
Ella dijo: «En aquellos días, con los ingresos de una persona, se podían comprar tres pisos grandes con muebles».
La gente tenía una gran expectativa cuando el país se volvió democrático, pero hasta ahora, no son tan felices como la época de Tito, dijo.
No era tan vieja como para disfrutar de la felicidad del tiempo Tito, por lo que probablemente sus padres le hayan dicho eso.
De hecho, escuchamos cosas similares de otras personas, así que tal vez esta es su opinión nacional actual.