[ Junio, 2013 ] En la iglesia de San Francesco en Piacenza, Italia, tuve una experiencia maravillosa.
Después de pasear alrededor en la iglesia, un hombre local me llamó en japonés, «¿Eres japonesa?».
Él era el padre Muratori.
Fue a Nagasaki en Japón para una misión hace mucho tiempo y se fue a Brasil con inmigrantes japoneses.
Ahora tiene casi 90 años.
Estaba con una mujer japonesa, la Sra. Mori.
Ella es músico y vive en Piacenza desde hace 20 años.
Ella trabaja como organista allí, en la iglesia.
Ella me dijo que este órgano de tubos se hizo en el siglo XVIII y que esta iglesia del siglo XII tenía un sonido brillante.
Así que no pude evitar decir «Desearía poder escucharlo».
Luego ella dijo ‘¿Quieres que toque un poco? «y tocó el órgano para mí.
Estoy muy emocionada.
El sonido, el rendimiento y el ambiente fueron maravillosos. El padre Muratori me aseguró diciendo «el sonido de esta iglesia es casi perfecto».
Por cierto, vi algunos hermosos frescos en la pared de esta iglesia.
Según el padre Muratori, fueron descubiertos hace solo 5 años.
Aparentemente, cuando la plaga golpeó el lugar, pintaron todas las paredes de la ciudad para su desinfección y el fresco fue totalmente olvidado hasta que hicieron algunos trabajos de restauración hace 5 años.
Italia es realmente profunda …