[ Octubre.2017 ] La parte del talón de la bota de la península italiana se llama Salento en Apulia.
Nos levantamos a las 3 de la mañana de nuevo y visitamos la ciudad llamada Porto Cesareo que se encuentra en el lado oeste de Salento.
El objetivo principal era visitar a un pariente que vivía allí, pero para mi esposo era un lugar nostálgico al que iba muchas veces cuando era niño.
Era una ciudad encantadora y relajante frente al mar con una zona pesquera.
El agua de mar estaba demasiado fría para nadar, como era de esperar en un fin de semana de principios de octubre, pero aparentemente la gente se metió al agua hasta una semana antes.
En esta región de Salento, hay muchas torres de vigilancia que fueron construidas en los siglos XV-XVI en la costa.
Fuimos a una de esas torres llamada Torre Chianca.
Allí nos dijeron que hay hasta 84 torres en Salento cada 5 km de distancia puedes encontrar una, y que a menudo se les conoce como Torre Normanna (Torre Norman).
Nos explicaron que las torres se construyeron para vigilar a las fuerzas turcas que atacaban a Italia, pero de acuerdo con la página web, parece que no saben exactamente quién y por qué fueron construidas.
Dentro de Chianca, había una exposición sobre tortugas en la planta baja.
En el pasado, las tortugas se aparearon por esta zona y dejaban los huevos en la isla de Zakynthos en Grecia, donde estuvímos de vacaciones recientemente, pero debido al calentamiento global, se reportaron muchos casos en los que las tortugas perdieron el camino y murieron por agotamiento.
En la exposición, se explicó que la gente en muchas ocaciones les ayudaba a sobrevivir.
En el primer piso, había una copia de la estatua de un mono.
Aparentemente, un pescador que estaba recolectando erizos de mar encontró esta estatua y se la dio a sus hijos para jugar con ella, pero luego la gente descubrió que se trataba de una estatua de Thoth, un dios Egipcio realizado en el siglo IV aC
Durante la época romana, los romanos tenían el poder sobre Egipto y se cree que los romanos robaron esta estatua de un templo en Egipto.
En aquellos días, Porto Cesareo era un puerto importante, comercializaban sal, vino y salmonete, tan valioso como el oro.
Nos dijeron que hay algunas columnas griegas hundidas en el mar en esta zona, que se les hundieron mientras las transportaban de Grecia a Roma, como las que vimos en Sicilia el verano pasado.
Desde lo alto de la torre, disfrutamos de la refrescante vista al mar.
El color del mar cambiaba en cada momento dependiendo de la luz.
Cuando el sol estaba alto, hacía muy buena temperatura, tanto que pudimos quedarnos con en camiseta.
Después de visitar la torre, fuimos a comer a un restaurante llamado Almanegra, en la ciudad.
Las gambas que me pedí como principal, se llamaban Gamberoni al Sale, eran muy sabrosas, incluida la tomalley.