[ Ago.2013 ] Nuestras vacaciones en Grecia, esta vez, estuvieron llenas de eventos interesantes, pero lo mejor fue en burro. Después de ver la puesta de sol en Santorini pudiendo observar los barcos, naturalmente oscureció.
Con la luz del día las ciudades en la cima del acantilado parecía nieve, cuando anochecía parecían el tesoro de muchas piedras preciosas.
Ya era muy oscuro cuando llegamos al puerto, así que pensé que tal vez ya no habría más paseos en burro que te llevaban hasta la ciudad, pero allí estaban, esperándonos. Los llamaban burros, pero en realidad creo que eran mulas porque sus caras eran como caballos y eran bastante grandes. Un viaje costaba 5€, el cual nos pareció muy razonable, ya que Santorini era un poco caro.
El personal me ayudó a subir al burro, pero después nadie controlaba el burro. Parecía que jugaban entre ellos.
Mi burro trató de adelantar a los demás, pasando por los huecos.
Otros burros intentaron evitarlo, colocandose en diagonal. Pero mi burro tenía mejores habilidades y, al final, se colocó al frente de todos, aunque de vez en cuando se paraba para descansar.
Yo no tenía ninguna manera de controlarlo.
La pendiente era muy larga y, por supuesto, también era muy empinada.
Gradualmente, el oscuro mar con luces de barcos en la lejanía se hizo cada vez más lejano. Finalmente llegamos a la cima.
El burro sabe dónde parar.
El personal me ayudó a bajar de él. Fue realmente una experiencia interesante, aunque luegosentía que olía mal…