Estaba lloviendo en el segundo día en Sorrento, sur de Italia.
Según el pronóstico, el tiempo debería haber mejorado, pero al final, tuvimos lluvia todo el día.
Pero como era una rara ocasión, decidimos ir a Capri.
En el puerto de Sorrento, un hombre de mediana edad nos ofreció su servicio como guía.
Decidimos aceptarlo
Y fue una decisión correcta.
Era una persona muy interesante.
Toda su explicación fue un poco teatral, pero a su vez divertida, así que no nos cansamos en absoluto.
Aunque el paisaje era bastante aburrido debido al clima, gracias a él, mi familia estaba contenta.
Él era un buena guía sabiendo qué inodoro debíamos usar y en qué momento debíamos ponernos de pie para bajar del barco y así sucesivamente.
Su nombre era Salvio, tenía 65 años y 5 hijos.
Fue a Japón dos veces y aquella historia también fue graciosa.
Dijo: «primera vez en un restaurante japonés, uno de los chefs dijo que estudió cocina en Nápoles y que podía cocinar la pasta Aglio Olio muy bien.
Así que después de algo de picar, le pedimos que nos cocinase la pasta y estaba increíblemente buena.
Se lo conte a mis amigos después una vez que ya volví a Nápoles y todos querían ir a comer allí, así que volvimos a Japón, aquella vez estábamos 11 «.
[ Oct.2015 ]