[ Abr.2017 ] Después de volver de la Isla de Taketomi a la isla de Ishigaki en Okinawa, Japón, entramos en un restaurante de sushi de camino del puerto al hotel.
De hecho, fuimos allí el día antes también y el nombre del restaurante era «barco Sabani».
Sabani aparentemente es el barco de pesca tradicional que se ha utilizado en esta región durante mucho tiempo, que además tuvimos el placer de poder ver en un mercado al aire libre, más adelante.
El día antes comimos arroz tazón cubierto con mariscos, y durante ese día degustamos Carpaccio de mariso, calamares a la parrilla, luciérnaga y sushi variados.
El calamar estaba muy sabroso.
Como he dicho, fuimos a este restaurante dos veces, el único contra que pude encontrar , era que el personal no era muy correcto, aunque la ubicación era muy conveniente.
Habíamos pensado descansar en nuestro hotel un rato, pero hacía demasiado buen tiempo, así que decidimos ir al mar.
Nuestro guía dijo que «el patio de recreo para adultos» era la playa de Fusaki, así que decidimos ir allí, como era tarde por la tarde no tuvimos tiempo para investigar cómo llegar allí, asi que le dijimos a la recepcionista del hotel que llamara a un taxi para nosotros,
Según aquel taxista, por lo general los meses de lluvia son enero y en febrero, pero no fue esa durante este año.
Su temporada de lluvias comienza alrededor de la Semana de Oro (desde finales de abril hasta principios de mayo, cuando hay muchas vacaciones nacionales en Japón), y la mejor temporada para ir de vacaciones a la Isla de Ishigaki es en junio, cuando termina la temporada de lluvias y no hay demasiados turistas, dijo.
También nos comentó que este año las buganvillas estaban floreciendo magníficamente, más de lo habitual.
Cuando llegamos a Fusaki Beach, nos dimos cuenta de que era una playa privada de un hotel, el Fusaki Resort, pero la gente que no se alojaba allí podía usar sus instalaciones.
Como ya era casi final del día, alquilamos la sombrilla y las sillas a mitad de precio, unos 750 yen (sobre £ 5 o € 5,8).
La arena era bastante áspera, no como la de la playa de Kondoi en la Isla de Taketomi, así que me metí al mar con las sandalias puestas.
El agua no estaba demasiado fría. Se estaba muy bien.
Este año pudimos disfrutar en dos ocasiones de bañarnos en el mar, en enero y en abril.
Después de divertirnos en el mar, descansamos un rato en la tumbonas.
Me di cuenta de un hombre que estaba cerca de nosotros, con tatuajes por todo el cuerpo, estaba hablando todo el rato por el móvil.
«Me llaman desde teléfonos públicos, así que no puedo contactar con ellos …» decía, sonaba como una escena en una novela policial.
Por otro lado, también estuve observando a dos mujeres que estaban cubiertas de ropa de arriba a abajo para que no quemarse.
Me preguntaba entonces qué hacían allí.
En Francia, han prohibido burkini, el traje de baño para mujeres musulmanas, así que si hubiera sido en Francia, esas dos mujeres podrían haber sido multadas.
El tiempo pasaba y el sol se estaba poniendo, con lo que la playa comenzó a vaciarse.
Nuestra guía turística dice que Fusaki Beach es un buen lugar para ver la puesta de sol, así que después de cambiarnos de ropa, nos quedamos a verla.
Vale la pena esperar.
El atardecer era muy bonito.