[ Ene.2016 ] Al día siguiente, pasamos todo el día en el parque nacional de las Cataratas del Iguazú en Argentina.
Debido a que la maréa estaba revuelta, el viaje en barco fue cancelado, así que terminamos caminando por senderos, tanto el sendero inferior, como el sendero superior.
Había un lugar donde podíamos ver la caída del agua muy cercana de la parte delantera.
Nos empapamos muchísimo, pero pude sentir la fuerza del agua en todo mi cuerpo.
Después de que hicieramos una ligera comida en una cantina en el mismo parque, cogimos el pequeño tren encantador para ir hasta el lugar donde pudimos ver la «Garganta del Diablo», lo más destacado de las cataratas.
Pero para ser honesta, ya estaba un poco cansada del agua, aunque he de admitir que esta caída era realmente digna de ver.
La cascada tiene una diferencia de 80 metros en elevación.
La razón por la que lo llaman Garganta del Diablo es que el ruido que poroduce es profundo como si fuera de un estuario rugiendo.
Caía una inmensa cantidad de agua, de manera como si fuese un spray, aquello parecía una nube.