[ Dic.2018 ] Dejamos La Lagunam la antigua capital de Tenerife, España, un lugar hermoso que había superado altamente nuestras expectativas y nos dirigimos a Puerto de la Cruz, el segundo lugar donde nos hospedamos en la isla.
David, el taxista que nos había llevado a la Reserva Natural Anaga hacía unos días, nos vino a buscar y nos llevó al hotel llamado Puerto de la Cruz, tenía el mismo nombre que el pueblo.
Como el hotel de La Laguna era muy bueno, esperábamos que este fuese igual, pero ni bien entramos nos decepcionamos.
Me recordó el hecho de que Tenerife es un destino de turismo masivo.
Muchos de los huéspedes eran grupos de alemanes y nuestra habitación tenía una pequeña televisión antigua.
No había calefacción en el hotel.
Si bien durante el día hace calor, a la noche refresca, así que decidimos pedir frazadas extra que tardaron horas en llegar.
Era un hotel de 4 estrellas.
Salimos del hotel y descubrimos que el hotel no estaba situado en el centro del pueblo, sino que era un lugar con muchos hoteles como ese al rededor, esto me decepcionó aún mas.
Lo único que nos gustó de nuestro hotel fue el día que una fotógrafa estaba esperando a los huéspedes en el lobby y dijo que estaba haciendo una revista con las fotos.
No entendí lo que había querido decir pero al día siguiente, estaba vendiendo las revistas con información de Tenerife y nuestra foto estaba en la portada.
Me pareció una muy buena idea porque es un lindo recuerdo y a la vez es útil.
A la mañana siguiente fuimos en taxi hasta el pequeño puerto en el centro de Puerto de la Cruz, donde se encontraba la oficina de turismo.
La atmósfera era muy tranquila, algunas personas nadaban en el mar y otras pescaban.
Lamentablemente la oficina de turismo estaba cerrada, aunque se suponía que debía estar abierta.
Había un lindo negocio de manualidades al lado de la oficina así que fuimos allí para comprar algunos recuerdos y le preguntamos a la vendedora sobre la oficina turística.
Ella no dijo «No sabemos por que está cerrada» y un colega suyo hizo un cartel que decía «Está cerrada por razones desconocidas» y lo pegó en la puerta de la oficina turística.
Como no podíamos hacer nada al respecto, caminamos por el pueblo.
Habían algunos cañones con alguna historia detrás probablemente, pero no la pudimos encontrar.
Pudimos ver muchos cangrejos en las rocas, eso fue lindo.
De acuerdo con el libro turístico, Puerto de la Cruz fue el primer destino turístico de Tenerife.
Originalmente era un puerto que le pertenecía a La Orotava, un pueblo histórico que queda a unos 7km tierra adentro.
Hacia finales del siglo 19 turistas extranjeros, incluyendo británicos, comenzaron a ir allí y en 1955 fue declarado sitio de interés turístico y se comenzaron a construir hoteles.
Así que en este lugar habían muchas tiendas de souvenirs, las cuales no se veían en La Laguna.
Encontramos que los souvenires principales de Tenerife eran alhajas realizadas con lava y piedras verdes llamadas olivino, que son muy similares a las peridoto. También habían accesorios realizados con tallo de plátanos.
Busqué a la piedra olivino y descubrí que las que son de mayor calidad se las utiliza para hacer joyas y se les da el nombre de peridoto.
Mientras caminábamos por el pueblo entramos en algunas joyerías y me terminé comprando dos collares.
Uno está hecho de olivino y lava y el otro de tallo de plátano.