[ Ago.2018 ] Dijeron que este verano fue extremadamente caluroso en Japón. Volvimos, al final del verano, para visitar a familiares y amigos.
No estaba tan caluroso como en la temporada pero igualmente experimentamos un clima pesado, que hacía que pareciera difícil respirar.
Bajo estas condiciones, visitamos Katsuura en la prefectura de Chiba como nuestra pequeña vacación familiar.
No fuimos ahí para hacer excursiones , sino para quedarnos en el ‘Katsuura Hotel Mikazuki’, que tiene piletas termales.
Esta fue la segunda vez que nos hospedamos en los hoteles «Mikazuki».
La primera vez fue en Kamogawa en la prefectura de Chiba.
La ultima vez estuve impresionada por la habitación y esta vez también.
Teníamos 3 habitaciones: un tatami japonés, una habitación con estilo del este con sillones y un baño.
Estaba frente al mar, el sonido de las olas era muy agradable.
Ellos no proporcionan la yukata, el kimono, como la mayoría de los hoteles japoneses, pero si tenés un vestido simple de color rojo.
El color era muy fuerte pero bonito, si la calidad de la tela hubiese sido mejor me hubiese comprando uno.
Para hombres había una camisa y un short azul.
Nuestro propósito allí era ir al spa «Aqua Palace».
Está en un edificio separado, donde estaba el estacionamiento, y luego de registrarte en el 7mo piso podes ir al 8vo o al 6to.
Hay muchas piletas de aguas termales en el 6to y en el 8vo hay una pileta común con una linda vista y pequeñas piletas con agua termal.
En el 7mo había un lugar con un spa caliente de piedra, que mi familia quería probar.
Era muy similar al que habíamos experimentado en Center Parcs unas semanas atrás.
La gente se acostaba en las piedras calientes.
El que estaba en Center Parcs tenía una forma muy bonita de cama, pero aquí era plano, así que no fue muy cómodo.
La habitación estaba caliente como un sauna.
Se sintió lindo después de estar un rato sin moverme, sentía que me quedaba dormida, pero mi familia no pudo soportar el calor así que nos fuimos a la media hora. Aunque nos podríamos haber quedado una hora.
Después nos pusimos los trajes de baño y fuimos a las piletas.
Para nosotros el 6to piso fue mejor que el 8vo.
La habitación era enorme y había varios tipos de tinas.
La principal era una pileta grande con algunas cataratas que servia de duchas.
Ademas había algunas tinas de madera y algunos jacuzzis.
Estaba oscureciendo afuera así que iluminaron el interior con luces de varios colores que crearon una atmósfera interesante.
Luego de disfrutar, cenamos.
Cuando fuimos al restaurante en el 2do piso, nuestra cena ya estaba servida sobre el tatami, lo que significa que debíamos sentarnos en el suelo y comer.
Para mi madre anciana fue imposible hacer eso así que le pedimos a la moza que nos moviera la comida a una mesa normal.
Como la mesa era mas chica que el tatami, la moza tuvo que ir trayéndonos la comida de a poco.
Ella era muy amable y agradable.
Aunque es un hotel grande, el servicio fue muy bueno.
La comida era muy buena también.
Empezamos con la caja de madera que tenía las entradas, sashimi, namerou (salsa tártara a base de pescado), bistec, tempura, abulón, etc.
Todos los platos eran muy ricos, los comí casi todos.
Es imposible estar a dieta en Japón.