[ Abr.2017 ] Durante el día cogimos un taxi para recorrer los alrededores de la isla de Ishigaki en Okinawa, Japón, se pasó la hora de la comida sin darnos cuenta, así que en lugar de ir a comer a un restaurante, fuimos a descansar a un jardín de hierbas que se llamaba «Garden Pana» al cual nuestro conductor, El Sr. Miyakawa nos llevó.
Debido a que la condición del estómago de mi marido no era perfecta, pedimos algo bueno para su estómago.
La mujer que nos atendió parecía una experta en hierbas, salió al jardín y tomó 6 o 7 tipos de hierbas, incluyendo Lemongrass, menta, romero y eneldo.
Entonces preparó un té poniendo todas estas hierbas en una olla de cristal y nos lo sirvió con un reloj de arena.
Ella dijo que el momento de perfecto para beberlo era cuando toda la arena bajase.
Y sí lo hicimos, aunque no sé cuántos minutos esperamos.
Para ser honesta, yo no me esperaba nada del otro mundo, imaginaba que probaría algo como una hierba natural, pero de hecho, era sorprendentemente sabroso.
El sabor principal era el de la fuerte menta, pero también se podia denotar los sabores de las otras hiervas, mezclados complicadamente.
Nos lo bebimos acompañado de unas galletas que llamaron Biscotti y eran como Cantucci, de hecho, y un trozo de pastel de gasa.
Pasamos un rato muy tranquilo y relajado.
Después del jardín de hierbas, nos fuimos a ver Kabira Bay desde una colina, donde ya habíamos estado dos días antes.
Fue maravilloso porque el sol salió en ese momento y pudimos ver los hermosos colores del mar.
La razón por la que prohíben nadar allí es porque la corriente es demasiado rápida, explicó Miyakawa.
También visitamos Yonehara Beach.
Según él, esta es la segunda playa más hermosa de la isla de Ishigaki.
Aparentemente, la primera es es Sunset Beach en el extremo norte de la isla.
Me pregunto si habrá una oportunidad para nosotros de ir allí, para ver esa playa, en algún futuro …
Nuestro guía nos contó que él no era de la isla.
Trabajó en Tokio durante 40 años y se mudó a la isla para pasar el resto de su vida.
Dijo que él había tomado aquella decisión cuando tenía 30 años, siempre había sido su sueño vivir en una de aquellas islas del sur en su vejez.
Según él, el archipiélago de Yaeyama al que pertenece Isla Ishigaki tiene cerca de 30 islas, pero sólo 12 de ellas están habitadas.
Algunas de las islas tienen solamente docenas de población y en una isla, muchos conejos viven allí.
Actualmente, están discutiendo si deben tener una base de las Fuerzas de Autodefensa Japonesas en la Isla Ishigaki o no y el Sr. Miyakawa está a favor de la idea de tener la base allí.
Dijo que «las Fuerzas de Autodefensa son muy importantes, las Islas Senkaku están muy cerca de aquí».
Conozco la cuestión de las Islas Senkaku sólo como la noticia, pero me di cuenta de que las islas estaban a sólo 150 km de allí, por lo que para los isleños es probablemente una amenaza realista.
El último destino del tour fue un supermercado administrado por los agricultores locales.
Compramos cosas exóticas como una mermelada de papaya, una bolsa de patatas fritas de ñame púrpura y un tarro de pimienta larga javanés.
Me di cuenta de que vendían brotes de soja en la forma natural que son recogidos, y podías servirte tú mismo metiéndolos en una bolsa, tantos como fuese posible y el precio era de sólo 100 yenes por bolsa, estaba genial.