[ Agos.2017 ] Nuestra visita turística por la concurrida ciudad de San Petersburgo en Rusia llegó a la última parte.
Vimos un par de pilares rojos llamados Columnas Rostrales en la Isla Vasilyescsky.
Leí nuestra guía y descubrí que hay un edificio de la Bolsa de valores cerca, pero no recuerdo haberlo visto, tal vez porque todo el rato estaba mirando hacia el río.
Cuando el paseo está lleno de gente, suelen suceder estas cosas.
Estas Columnas Rostrales tenían decoraciones integradas de las naves enemigas.
Las usaron como faros para prender fuego encima de los pilares durante el tiempo en el que Strelka fue el puerto de la isla e incluso hoy en día ponen fuego cuando tienen cosas importantes que celebrar.
Después de eso, fuimos a ver el crucero ruso Aurora, que se usó durante la guerra ruso-japonesa.
También en 1917, este crucero bombardeó el Palacio de Invierno, apoyando a los bolcheviques, por lo que se dice que fue el punto de partida de la Revolución de Octubre.
Parecía que los turistas podían subirse al barco, pero nosotros no nos subimos, solo echamos un vistazo desde afuera.
Luego, fuimos a comer a Arts Square donde teníamos la fiambrera que nos repartieron por la mañana.
La comida que había dentro de la fiambrera eran sándwiches muy malos, un huevo y algunos pasteles…
Lo sentí, pero después de comer un poco, la tiramos.
Nos dieron esa comida, porque era parte del cruzero que habíamos contratado, en el que entraban todas las comidas, pero hubiera preferido que nos enseñaran algunas cafeterías en las que pudiéramos haber comido algo ligero.
Teníamos poco tiempo libre, así que fuimos a caminar por Nevsky Prospekt, la calle principal de San Petersburgo.
Entramos en Gostiny Dvor, la tienda departamental en el edificio amarillo que estaba justo en frente de nosotros.
En realidad era la segunda vez que visitaba esta ciudad y recuerdo que compré algo en aquella tienda la última vez.
Pero esta vez, era inquietantemente silenciosa.
Sentí que los dependientes que andaban por todos lados, nos seguían con la mirada.
Más tarde, le pregunté a Natasha, nuesta guía del barco, el por qué y ella me dijo «¿Viste el precio de las cosas que venden? tienen un precio que no podemos pagar».
Pero la última vez que estuve allí (hace unos 13 años), no estaba tan obsoleto.
Y esto me recordó a nuestro amigo ruso que nació en esta ciudad y ahora vive en Italia, que nos dijo hace un tiempo: «Esta vez, cuando volví a San Petersburgo, la gente parecía estar en un funeral».
Puede ser que desde la Crisis Cremean en 2014 los países occidentales hayan sancionado a Rusia y eso cause las dificultades en la economía rusa.
Pero fuera de la tienda de Gostiny Dvor, había mucha gente caminando por Nevsky Prospekt, se podía ver que había vida en la calle.
Recordé que había un punto en esta calle donde podíamos ver la Iglesia del Salvador sobre la sangre sobre un canal, así que decidimos ir allí.
Pero el problema era el tamaño de esta ciudad.
Cada edificio era tan grande que se necesita andar mucho para llegar al siguiente.
Al final llegamos al lugar y hicimos algunas fotos y nos apresuramos a regresar al lugar de reunión, que era una tienda de recuerdos.
Hablando de recuerdos en Rusia, el más famoso son las muñecas Matryoshka, pero los detalles de ámbar son los segundos.
Los miré y descubrí que eran escandalosamente caros, por ejemplo, un precio de una piedra de solo 3 cm de largo costaba unos £ 300 (€ 336 o $ 395).
Estoy seguro de que la razón de ese precio fue el rápido aumento de los turistas que les gustan las joyerías de ámbar, en el país en particular,