[ Abr.2019 ] Nos hospedamos en el hotel «Tamachi Bukeyashiki» en Kakunodate, Prefectura Akita, Japón.
El eslogan es «el hotel con estilo de galpón tradicional rodeado de Kuroitabei negro (paredes de madera negra)».
Como ellos dicen, el edificio combina con la atmósfera elegante de Kakunodate.
El interior de nuestra habitación estaba hecho de madera y tela azul y aunque era un cuarto de occidente, con camas, tenía una atmósfera que combinaba el occidente con oriente.
Mirando en su página web vi que también tienen habitaciones de estilo japonés.
En la habitación había un baño grande pero el agua no era termal.
Si querés bañarte en aguas termales debés ir a Kakunodate Onsen, 100% agua termal, que está ubicado a 5 minutos caminando del hotel.
Parecía que había un servicio de bus entre los hoteles pero como nosotros estábamos satisfechos con el baño en nuestra habitación, no fuimos a Onsen.
Para la cena fuimos al restaurante Mominoki-tei que se encuentra dentro del hotel.
Aparentemente están orgullosos de su creativa comida japonesa.
Sirvieron al rededor de 10 platos, incluyendo Hachimantai Shabu con limón (plato caliente con fetas muy finas de cerdo de Hachimantai, que no está muy lejos de allí) y mini bifes de carne de Akita.
Cada plato era sabroso aunque las porciones no eran tan generosas como las que habíamos tenido en la cena del día anterior.
Al día siguiente fuimos al negocio Miso que se encontraba muy cerca del hotel llamado «Ando Jozo».
Es un negocio que se encuentra allí desde 1853.
De acuerdo al panfleto que nos dieron, la familia Ando eran los dueños de Kakunodate e hicieron Miso y salsa de soja con una porción de arroz pagada como renta.
Ellos todavía siguen realizando Miso, salsa de soja y pepinos, y al mismo tiempo el edificio antiguo fue abierto al público como museo.
Así que mientras mi familia estaba de compras yo miré al rededor, a las salas que solían ser habitaciones de huéspedes.
El lugar estaba hecho de ladrillos.
Aparentemente en 1882 hubo un incendio muy importante en Kakunodate que quemó 260 casas, incluida la casa de los Ando.
Luego de eso, se tomaron 9 años en construir el galpón de ladrillo para combatir incendios potenciales.
Están orgullosos que después de eso no hicieron arreglos mayores.
Vimos muchos galpones en Kakunodate también.
Por cierto, en nuestro libro turístico dice que hay un tour caminando pago en Kakunodate.
Si vas a uno seguramente podrás escuchar mucha información sobre galpones y otras cosas.