[ Ago.2019 ] Solemos ir a Milán, Italia, pero no supe que habían paredes con huesos hasta hace poco.
Vi una foto en una red social y quería verla en persona.
Esta vez una amiga nuestra vino de Japón así que decidimos ir juntos, aunque ella dudó un poco diciendo «Voy a tener pesadillas».
Estoy interesada en esta clase de muestras religiosas desde que vi una en Faro, Portugal, por primera vez hace unos años. Desde ese entonces vi algunas y siempre me pregunto «¿Quién las hizo y para qué?».
La de Milán se encuentra en la iglesia de San Bernardino.
Vimos las dirección y nos dimos cuenta que se encontraba muy cerca del Doumo, lo que me sorprendió.
Tan cerca y no sabía.
Dicen que hay dos iglesias juntas y que San Bernardino es la mas chica, sería mas fácil si dicen que es la mas cercana al Duomo.
Según el cartel con información la iglesia fue originalmente construida en la época medieval y se ubicaba en el antiguo cementerio llamado Brolo.
El viejo campanario colapsó en 1642 y en 1712 se destruyó por un incendio. La reconstruyeron completamente en 1754.
Cuando entramos vimos la capilla principal de forma circular.
No pude ver nada inusual excepto las ofrendas cursis.
Salimos al pasillo preguntándonos donde estaba la capillas de huesos y un hombre que se veía como un asiático oscuro se nos acercó mostrándonos una foto de la capilla de huesos y nos dijo casi violentamente «Esta caja. Donación de 1 euro cada uno».
No era agradable así que lo ignoré pero ni amiga le dió algunas monedas y prendió una vela.
Probablemente ella vaya al cielo mas fácil que yo…
La capilla de huesos estaba en una habitación cuadrada mas chica de lo que imaginaba.
Todas las paredes estaban llenas de huesos y a pesar de nosotros, gritamos de admiración.
El cartel con información decía que fue reconstruida a finales del siglo 17 y se le dió su diseño medieval original.
Según la información de internet, cuando el lugar era un cementerio, se quedaron sin espacio para los huesos así que decidieron hacer la habitación para poder el exceso de huesos allí. Esa es la forma en la que comenzó la capilla.
Cuando el rey de Portugal la visitó en 1738 quedó tan impresionado que hizo una similar en Evora, Portugal.
En los bordes del techo calaveras de casi el mismo tamaño estaba ubicadas formando una línea recta.
«Entonces alguien elegía los tamaños de las calaveras y las ponía allí» dijo mi amiga, lo que me hizo reír.
Aparentemente hay una leyenda que dice que el 2 de noviembre, el día de los muertos, el esqueleto de una chica se levanta e invita a los huesos de los hombres y todos comienzan a bailar.
Miramos la habitación con detenimiento ya que mi amiga que estaba asustada en u principio se veía muy interesada y luego salimos.
Vimos los horarios de misa afuera y fue interesante ver que la misa se daba también en cingalés.
Así que el asiático que nos habíamos encontrado debía ser un ceilandés.
Seguimos sin saber la conexión de esa iglesia con Sri Lanka.
Entramos a la iglesia de al lado Basilica di Santo Stefano Maggiore.
Tenía una historia aún mas larga que databa del siglo 5.
Era una iglesia rectangular y pudimos ver que necesitaba mucho trabajo de mantenimiento.
Aún así en una esquina había una persona rezando seriamente.