[ Ago.2019 ] En el tercer día de nuestras vacaciones cortas en Umbria, fuimos a Oriveto desde Perugia a pasar el día.
Mirando en retrospectiva, no fue una buena idea porque los viajes fueron de 2 horas y media cada uno y no tuvimos tiempo suficiente para visitar Orvieto.
Ademas de eso, a la ida, tuvimos que esperar una hora en la estación de conexión llamada Terontola.
No nos aburrimos allí.
Mientras estábamos sentados se acercaron dos policías y nos ordenaron mostrarles nuestras identificaciones.
Fue bueno el haber tenido mi pasaporte conmigo.
Estábamos preguntándonos si algo estaba ocurriendo pero entendimos luego que era algo de rutina y le pedían los documentos a todos.
El policía mas grande era conversador y nos enteramos que había nacido en Monza, donde solíamos vivir, y se crió muy cerca de allí.
Nos dijo que había ido a Inglaterra pero que no se pudo quedar mas de cinco días porque la comida le parecía horrible.
También nos contó sobre su hija a la que le gustaba estudiar y hablaba 4 idiomas pero como no se quería ir de Italia, no pudo encontrar un buen trabajo.
Cuando se acercó la hora de llegada de nuesro tren nos dijo «asi que ustedes también se van».
Pude sentir su tristeza ya que se tenía que quedar en esa estación que no tenía nada interesante.
Al menos puedo decir que los baños eran lindos y estaban limpios.
Finalmente llegamos a la estación Orvieto que estaba ubicado bajo la ciudad antigua, como Perugia y Assisi.
Desde allí tomamos el teleférico para ir hacia la ciudad.
Llegamos a la plaza llamada Piazza Cahen y desde allí caminamos por la calle principal, Corso Cavour.
Era un camino ascendente pero no muy empinado.
Al principio parecía que allí vivía gente común pero las casas fueron cambiando gradualmente y comenzaron a ser mas pintorescas.
Según el mapa, teníamos que doblar a la izquierda en un punto para poder llegar a la catedral que era lo que íbamos a visitar.
La calle en la que teníamos que doblar se llamaba Via del Duomo.
De repente aparecimos en el medio del pueblo y vimos muchos negocios de souvenirs.
Y cuando miramos hacia arriba vimos la lujosa fachada de la catedral detrás de las casas.