[ Abr.2017 ] Dimos un paseo en Asakusa en Tokio con nuestros amigos de Londres porque dio la casualidad que estaban en Japón al mismo tiempo que nosotros.
La esposa de la pareja nació en Asakusa y conoce este lugar muy bien.
Por supuesto que hemos estado en Asakusa muchas veces e incluso dimos un paseo en el Rickshaw y en el pasado cuando vivía en Tokio, Asakusa estaba dentro de mi radio, pero me sentí como si fuera un nuevo lugar cuando caminamos allí con ella.
Primero, ella nos indicó dónde encontrarnos.
No fue en la famosa Puerta Kaminari-mon, pero «Junto a la Puerta, hay una tienda de Okoshi (pastel japonés hecho de cereales y dulces) en la que siempre están mostrando cómo hacerlo, vamos a quedar allí enfrente» .
Así que nos encontramos allí, primero fuimos a una calle con muchos bares de ambiente bastante desordenado ya que era la hora de la comida.
Fuimos a uno de los bares y comimos menudillos de ternera hervidos a fuego lento, pastel frito de capas rebanadas de jamón y demás, aquellos son los alimentos comunes en los antiguos pubs japoneses.
Yo diría que el ambiente de aquel bar, no era muy japonés, predominaba una atmósfera más asiática en general y estaba dirigido a los clientes extranjero, ya que había muchísimos en Asakusa, así como japoneses más jóvenes.
Según nuestro amigo, esta calle solía estar llena de tiendas que vendían Chima Jeogori, el tradicional traje coreano.
Mientras estaba comiendo observaba la calle me dí cuenta de que había unas cuantas mujeres caminando usando kimono japonés.
Hoy en día hay muchas tiendas que alquilan kimonos y te visten con ellos y te permiten caminar por la ciudad.
Este tipo de servicio ha sido popular en Kioto durante mucho tiempo, pero ahora cada ciudad a la minima que tenga un poco de ambiente japonés tradicional parece tener este servicio.
Para ser honesto, me hubiera gustado que los cuatro(ella y su marido y nosotros) hubiésemos vestido kimonos llamativos y hubiésemos caminado por la ciudad, pero ella pronunció «son tan despreciables!».
Ella misma tiene algunos kimonos de buena calidad como el de tejido Tejido Oshima Tsumugi y ella puede usarlos adecuadamente por sí misma, lo cual ni siquiera puedo imaginármelo haciéndolo yo misma.
Después de comer, subimos a la cima del hotel en el que estaban alojados y vimos las vistas de Asakusa.
Había dos torres, una vieja y otra nueva, la pagoda de cinco pisos del templo de Senso-ji y del árbol del cielo de Tokio.
Luego, fuimos a Kappabashi Street, que está lleno de tiendas de utensilios de cocina principalmente para restaurantes.
Había tiendas que vendía platos, ferreterías , tiendas especializadas en etiquetas y así sucesivamente.
La más interesante fue la tienda que vendía muestras de alimentos lo cuales serán mostrados en las vitrinas de los restaurantes.
Había muchos platos deliciosos, tales como sushi, carne japonesa y cerveza.
Todos están hechos de cera, pero parecían muy muy reales, tanto que si no estuvieran en bolsas transparentes, habría estirado la mano y me lo hubiese comido.
Especialmente las muestras de Daifuku-mochi (pastel de arroz relleno con mermelada de frijol dulce) era sorprendentemente real.
Incluso mi amigo dijo: «Estos tienen ser reales, no pueden ser muestras».
En el rótulo de esta tienda, decía «El productor del apetito».
Creo que los describen perfectamente.