[ Marzo.2018 ] Nuestro recorrido completo por la ciudad de Buenos Aires en Argentina finalizó frente a un restaurante llamado Freud & Fahler cerca de nuestro hotel en el área de Palermo.
Nos despedimos de Elisabet, nuestra guía que nos atendió durante tres días y entramos en el restaurante cerrado.
Devido a que Elisabet había organizado una cata de vinos para nosotros allí.
La persona que nos recibió fue Diego, un sommelier joven y serio.
Él se dedica a hacer el servicio de cata de vinos durante el horario de cierre del restaurante.
El mapa de vinos estaba colgado en una parte del restaurante vacío y nos sentamos en la mesa frente a él.
Las principales zonas productoras de vino en Argentina son la provincia de Mendoza en el oeste y la provincia de Salta en el norte.
Algunas personas de origen italiano comenzaron a elaborar vino en aquellas zonas.
La uva principal que producen es Malbec.
El Malbec es originario de Francia y se dice que fue llevado a Argentina a mediados del siglo XIX a través de Chile.
Según Diego, Malbec significa «mal sabor» en francés, porque no creían que fuera una buena variedad para el vino, pero cuando comenzaron a cultivarlo en Argentina, se convirtió en una uva muy buena.
Incluso ahora, aparentemente, si se compara el cultivado en Francia y el de Argentina, son tan diferentes que la gente no puede creer que sean de la misma variedad.
Los vinos que probamos fueron: uno blanco, un rosado y tres tipos de vino tinto.
No sabía que producían vinos blancos o rosados en Argentina.
Esta rosado tenía un sabor único y me gustó.
Diego nos dijo que una persona italiana de Toscana comenzó recientemente a producir aquel vino rosado y, como la producción es pequeña, solo tienen media botella.
Lo que más me impactó fue el último vino tinto producido en la provincia de Salta.
Es muy difícil describir el sabor, pero era muy fuerte, pesado y grueso, así que al principio pensé que era demasiado fuerte para mí, pero después del segundo o tercer trago, comenzó a gustarme.
Su nombre era RD y tiene una historia detrás.
Un crítico de vinos estadounidense y un productor de vino francés, ambos reconocidos como los expertos en la industria, escucharon el rumor de la existencia de aquel vino y llegaron a la bodega que se encuentra en las profundidades de la provincia de Salta.
El propietario, obstinado, trató de rechazarlos, diciendo: «No quiero que mi vino sea evaluado y enumerado en ningún gráfico y no quiero
que mi vino se venda en ninguna cadena de tiendas».
Los dos americanos siguieron insistiendo: «Al menos permítanos probar su vino» y al final este incidente lo llevó a comenzar a vender su vino a un pequeño número de restaurantes y tiendas.
Ahora, puedes visitar la bodega, pero, al parecer, puede que te den la bienvenida o no, depende de su estado de ánimo.
El contenido de alcohol de este vino es del 15%.
En general, el vino de la provincia de Salta tiene un alto contenido de azúcar y el contenido de alcohol es de al menos 14%.
Durante nuestra degustación, nos sirvieron un poco de comida para cada vino.
Con el cuarto vino nos sirvieron una especie de jamón local, el cual me impresionó más este jamón que el vino.
Tenía un sabor que daba lugar a una mezcla entre el jamón crudo italiano y el español, era muy bueno.
El plato que nos sirvieron con el último vino, RD, fue un pedazo de queso con frutas dulces.
Fue una experiencia muy agradable, sintiendo el entusiasmo de Diego, pero lamentablemente ya estábamos llenos debido a nuestra gran comilona, lo cual fue una pena.
Y esta experiencia nos hizo querer visitar el área de Mendoza y Salta.