Fuimos monos en la nieve en Jigogudani Monkey Park en la prefectura de Nagano en Japón.
Pensé que se llamaban Monos Onsen (aguas termales), pero en realidad son famosos como los monos de la nieve en todo el mundo.
Estaba bastante nevando el día que fuimos allí.
Realmente valió la pena comprar las botas de nieve.
Aunque era una pendiente suave, tuvimos que caminar cuesta arriba durante 1,6 km.
Tuvimos que tener cuidado de no resbalar y caernos, aunque al final me caí.
Por otro lado, había personas sin botas especiales caminando enérgicamente, lo cual no podía entender.
Me pregunto cuál era la diferencia entre ellos y yo …
Finalmente llegamos al parque y encontramos más monos de los que esperaba.
Todos ellos son macacos japoneses.
Y la mayoría de los humanos que los miraban eran turistas extranjeros.
Aparentemente cuando celebraron los juegos Olímpicos de Invierno en Nagano en 1998, hubo algunas competiciones celebradas no muy lejos de allí y debido a aquello, este parque se hizo famoso en todo el mundo.
La exposición «Wildlife Photographs» que se celebra en el Museo de Historia Natural de Londres todos los años, algunas fotos de los Snow Monkeys fueron seleccionadas como ganadoras durante varios años.
Por cierto, esperaba que los monos estuvieran en las aguas termales, pero ninguno de ellos lo estaba.
Se quedaban fuera del agua acurrucados por el frío, o muchos de ellos estaban sentados a lo largo de las tuberías de agua caliente de los hoteles cercanos.
Vi uno pegado a la tubería.
Pregunté a un personal del parque, «¿Por qué no están en el agua?» y dijo: «Tal vez debido a esta gran nevada, la temperatura del agua podría ser más baja de la normal».
Así que no pudimos ver los Monos Onsen, pero disfrutamos mucho de los Monos nevados.
En su espalda redonda, la nieve caía y cuajaba, de manera que se estaban volviendo blancos.
Son macacos japoneses, pero no parecían japoneses, sino más bien caucásicos.
Sus caras me recordaron a Victor, el personaje principal en «One Foot in a Grave», una vieja comedia del Reino Unido.
Su expresión decía que estaban teniendo dificultades para soportar el clima frío y me sentí muy un poquito triste.
Especialmente cuando veíamos que algunos de los miembros de la familia se abrazaban entre sí para calentarse, eran tan adorables, que me dieron ganas de ayudarlos de alguna manera.
Pero en el parque hay una regla estricta que dice que nadie puede tocar a los monos.
En el camino hacia allí, había un cartel con las imágenes de los monos y los humanos y preguntaba «¿Somos realmente diferentes?».
Realmente, creo que solo por la pequeña diferencia de ADN, nosotros estamos aquí y ellos están allí.
Después de despedirnos de los monos, descendimos ir por la ladera y, en el camino, pasamos a mucha más gente que subía hacia el parque.
Es mejor que vayais de visita temprano, por la mañana.
En nuestro camino de regreso a Tokio, en la estación de Nagano, visitamos la oficina de turismo y pedimos información sobre restaurantes.
Uno de los que nos recomendaron fue «Nishi no Chaya», un restaurante de fideos Soba, así que fuimos allí.
Nagano es famoso por Soba.
No solo Soba, también disfrutamos de Tempura de vegetales Nozawana y algo llamado Oyaki, que es una especialidad en Nagano.
Era un pintoresco restaurante dirigido por un hombre de mediana edad que parecía bastante obstinado, lo que le daba al restaurante un ambiente interesante.
[ Deciembre.2017 ]
