[ Nov.2013 ]En el segundo día en Martina Franca en el sur de Italia, fuimos a un restaurante a cenar , el cual habíamos pasado por la tarde y nos habia causado una buenísima impresión.
El nombre era Piazzetta Garibaldi.
La entrada indica que se trata de pequeño restaurante, pero por dentro era bastante espacioso.
Y todavía, había una sensación de que hubiese pertenecido a una especie de bodega.
Al parecer, había sido un establo donde mensajeros cambiaban a los caballos.
Todavía había quedaba intacta la zona donde los caballos bebían agua en el restaurante.
En ese ambiente tan interesante, nosotros degustabamos nuestros apetitosos entrantes.
También probamos un plato raro de Orechiette ahumado (pasta).
El aroma del humo no era demasiado fuerte, pero bastante salado.