[ Dic.2018 ] El Parque Rural Anaga en Tenerife, España, tiene 14.419 hectáreas.
Hay mas de 120 especies de plantas endémicas y animales allí, aparentemente.
Las montañas irregulares son el centro del parque, pero como Tenerife es una isla, también se ve el mar.
Luego de disfrutar la vista de las montañas, nos dirigimos a las orillas del mar en Roque de las Bodegas.
La vista al mar era hermosa también.
Vimos a algunas personas disfrutando del surf.
Al parecer es un lugar muy popular entre los surfistas de la isla.
Nuestro taxista, David, tomó muchas fotografías ya que es muy raro que visite este lado de la isla.
Luego de caminar a lo largo de la orilla, fuimos al este lo mas que pudimos.
En el camino vimos una linda playa con gente de mediana edad en el mar.
El clima estaba cálido, pero no lo suficiente como para nadar en el mar, al menos no para nosotros.
Posiblemente eran turistas del norte de Europa.
Era la hora del almuerzo así que fuimos a uno de los restaurantes de comida mediterránea que se encontraban frente al mar.
El pequeño restaurante no tenía menú pero el hombre que atendía hablaba inglés y nos recomendó un pescado entero para compartir.
Le pedí que me escribiera el nombre del pescado y era «abadejo».
Era un gran pescado blanco y lo sirvieron frito, estaba muy bueno.
Como entrada comimos ensalada con cebolla, que estaba rica y dulce.
Acompañando el pescado vinieron unas papas rústicas.
Simplemente estaban cocinadas y eran ricas y saladas.
Mas tarde en nuestro viaje volvimos a ver estas papas así que creo que debe ser uno de los platos típicos de Tenerife.
El vino blanco fue servido en una botella de cerámica.
No le prestamos atención al nombre del lugar pero seguramente está dirigido por una familia, porque el mozo nos dijo que su madre era la chef.
Eramos los únicos clientes a esa hora pero por ahí el lugar es popular en verano.
Luego del almuerzo nos dirigimos hacia La Laguna, donde nos hospedábamos.
David, el chofer, no volvió por la misma ruta porque quería que viéramos una parte diferente de Anaga.
Salimos al mar del otro lado de la isla y fuimos a ver la playa llamada Playa de las Teresitas.
De acuerdo con David, esta playa fue hecha con arena traída del Sahara. Esto fue ordenado por Franco, el famoso dictador.
Aparentemente a Franco le gustaba vacacionar allí.
Tenerife es una isla volcánica así que la mayoría de las playas tienen arena negra, pero ésta era dorada.
La toqué y era muy suave, me recordó a la arena del desierto de Túnez.
Los dictadores hacen cosas drásticas sin importar si esta bien o mal, ¿no?
Desde allí volvimos por Santa Cruz, la capital de Tenerife.
David paró el auto para que podamos ver el famoso auditorio llamado Auditorio de Tenerife.
Es un edificio moderno construido en 2003 y a algunas personas les recuerda a la Ópera de Sídney.
Yo no estuve en Australia así que no puedo decir nada sobre eso pero recordé uno de los edificios que se encuentra en la Ciudad de las Artes y las Ciencias en Valencia.
Me fijé en internet y encontré que el arquitecto que creó el auditorio es Santiago Calatrava, el mismo hombre que diseñó la Cuidad de las Artes y las Ciencias.
Finalmente llegamos a La Laguna.
Fue un día maravilloso.