[ Ago.2019 ] We stayed at Poldhu Guest House in St Ives in Cornwall, the south western end of England. Nos hospedamos en Poldhu Guest House, St Ives, Cornwall, sudoeste de Inglaterra.
Como decidimos ir a St Ives tarde, cuando tratamos de reservar una habitación, la mayoría de los lugares ya estaban llenos, pero the guest house tenía una habitación libre.
Era un lugar muy simple.
La ubicación estaba buenísima.
La entrada se encontraba por una calle llamada Fore Street.
Cuando llegamos nuestra habitación no estaba hecha así que dejamos las valijas y nos fuimos a dar una vuelta.
El lugar era administrado por Paul, el padre, y William, el hijo, que tenía al rededor de 10 años.
Había un ambiente amateur y trataban muy duro.
Parecía que su habitación privada era un apodo desordenada, pude espiarla. Pero la habitación donde nos quedamos nosotros estaba impecable.
El lugar era cómodo y agradable.
Al día siguiente, cuando hicimos el check out, el niño recibió la llave y parecí que sabía perfectamente que hacer cada vez que un huésped se iba.
Estoy segura que cuando crezca va a ser un hombre muy capaz.
Volviendo, luego de dejar las valijas, dimos un paseo por el pueblo.
Nos dirigimos hacia la iglesia de piedra sobre la colina, que se podía ver al final de Fore Street.
Desde que llegamos a St Ives el sol aparecía y desaparecía pero en ese momento comenzó a llover fuerte.
Teníamos paraguas pero la lluvia caía de lado y teníamos los pantalones empapados.
Luego de un rato la lluvia paró y volvió a salir el sol.
La vista era hermosa.
La iglesia de piedra estaba cerrada pero había un cartel el la puerta que decía que el nombre de la iglesia era St. Nicholas y «se encuentra allí desde tiempos inmemoriales».
Nadie sabe cuando se construyó.
Aparentemente fue parcialmente destruida en 1904 pero la reconstruyeron y restauraron años mas tarde.
La oficina de guerra la quería destruir porque se veía en la colina, ¿puede ser?
Del otro lado de la colina había otra playa y había gente en el mar con trajes de neopreno.
Aunque el color del agua era verde esmeralda, probablemente estaba muy fría como para nadar solo con traje de baño.
Luego de bajar la colina, nos alejamos del mar y nos dirigimos hacia el pueblo.
Habían tantos negocios lindos que no me cansaba de verlos.
Noté muchos negocios de joyas y piedras y entre ellos había uno que tenía una gran selección. Allí me compré un anillo de thulita, una piedra que nunca había visto.
Se que es una piedra que se produce en Noruega y había esperado verla en nuestro viaje a Oslo en mayo pero no vi ninguna.
Por cierto, en Inglaterra parece haber mejores negocios de joyas con gemas en los pueblos.