[ Ago.2019 ] Al siguiente de nuestras pequeñas vacaciones en Umbria, Italia, fuimos a Assisi en tren desde Perugia.
Assisi también es una colina.
La estación de tren se encontraba en la parte baja así que tomamos un bus para subir la colina.
La parada de colectivo estaba en una plaza y tuvimos que subir caminando un poco mas para llegar a nuestro destino, la Basílica de San Francisco.
Había una plaza con un patrón de líneas en el piso, y a su final se encontraba la entrada a la Basílica.
La iglesia era muy hermosa.
Las paredes estaban llenas de lindos frescos.
But unfortunately the photography was strictly forbidden.
Los trabajadores adentros gritaban seguido «Silencio» y «Fotos no».
Bajamos a la cripta donde se encontraba la tumba de San Francisco.
Cuando estábamos allí comenzó una misa corta.
La mayoría de los turistas que estaban con nosotros recitaban algunas palabras al unísono.
Nuestro amigo prendió una vela pero nos dijeron que teníamos que poner todas las velas en una canasta.
La basílica tenía dos pisos y había una entrepiso entre ellos.
Pudimos ver los hermosos claustros de dos pisos desde allí y al final del todo había un negocio.
Compré una bolsa con el diseño de la roseta de la basílica y un pequeño libro de fotos llamado «La vida de Santa Chiara» en Japonés.
Santa Chiara era una santa que comenzó una orden de mujeres siguiendo las enseñanzas de San Francisco.
Había un museo al lado del negocio así que fuimos.
Vimos la ropa de Santa Chiara, habían cosas muy bonitas así que estábamos contentos contemplando eso pero en un momento uno de los empleados nos dijo «Pregúntenme lo que quieran».
Así que le preguntó sobre la exposición principal en la que había una corneta hecha de cuerno.
Nos dijo que esa exhibición se había realizado para conmemorar el aniversario número 800 de de la visita de San Francisco a Egipto.
Nadie sabe por que fue allí pero muchos piensan que fue para convertir al sultán.
Hizo una fogata y declaró «Puedo caminar sobre esto» y desafió a los lideres religiosos locales «¿Pueden hacerlo?»
La escena fue pintada por el famoso Giotto y una réplica se encuentra en el museo.
La pintura original se encuentra en la basílica.
San Francisco rechazó muchos tesoros que el sultán le dió, pero aceptó la contraseña para poder volver a su casa sin problemas y la corneta.
Pero de nuevo, nadie está seguro sobre la corneta porque su primer registro data del siglo 13 pero al etiqueta dice que fue un regalo del sultán.
La corneta supuestamente se usaba para llamar al rezo y con el tiempo se le agregaron los palos de madera.
Eran badajos y también servían para el llamado a rezo.
Por cierto, dentro de la famosa Divina Comedia de Dante Alighieri, se menciona la expedición de San Francisco a Egipto, aparentemente.
Fue muy interesante escucharlo e hizo nuestra visita al museo mucho mas significativa.