[ May 2019 ] En el medio de la Semana Dorada (una semana que va de fines de abril a principios de mayo con muchos feriados) fuimos a la montaña Nokogiri, que se encuentra en la Prefectura Chiba, Japón.
Un amigo nuestro compró muy anticipadamente los boletos limitados del tren expreso, así que pudimos viajar sin problemas hasta la estación que se encontraba mas cerca de la montaña.
Nos bajamos en Hamakanaya, una estación muy simple y fuimos a una tienda para comprar Onigiri (bolas de arroz).
Las íbamos a comer en la cima de la montaña ya que el onigiri es la mejor comida para hacer un picnic en Japón.
Para llegar a la cima de la montaña lo mas conveniente era tomar el teleférico.
Subimos para tomarlo y nos sorprendió ver la cantidad de gente que estaba haciendo fila.
Esa es la realidad de la semana dorada en Japón.
Compramos los boletos (930 yen=£6.80, €7.60, $8.70) y nos unimos a la fila.
Esperamos 50 minutos.
Bueno, no estuvo tan mal porque conversamos todo el tiempo con nuestros amigos que no veíamos hacía mucho tiempo.
Uno de mis amigos me dijo que esa montaña era uno de los destinos mas visitados por los turistas extranjeros en Japón. Definitivamente no me esperaba eso.
Como prueba de eso habían panfletos en inglés y en la fila habían personas con apariencia de turistas.
Hay teleféricos rojos y amarillos y usualmente pasan cada 15 minutos pero ese día pasaban cada 5 minutos, por la gran cantidad de gente que había.
Aparentemente los teleféricos fueron construidos en Suiza.
La capacidad de cada uno es de 41 personas, lo que me pareció bastante extraño.
Eso es porque suben a grupos de 40 turistas y a 1 guía.
Esperamos mucho tiempo pero el viaje duró solo 4 minutos.
La montaña Nokogiri tiene solo 329 metros de altura.
Mas allá de eso, la vista que pudimos ver desde su sima fue magnífica y parecían que habíamos subido a la montaña mas alta.
El caminar hasta la cima lleva 90 minutos.
En la Estación Sancho (cima) estaban vendiendo helado negro llamado «Helado del infierno».
Me había llamado la atención pero no lo compré porque pensé que lo podía probar a la vuelta, pero cuando volvimos ya no lo vendían.
Me sigo preguntando que gusto tendrá.
Luego de disfrutar la vista desde la plataforma de observación de la cima de la montaña, comimos onigiri.
Incluso los onigiris de las tiendas pequeñas sabían muy bien allí.
El pronóstico para ese día no era el mejor y desde la montaña pudimos ver como se acercaba una gran nube negra que venía desde la zona de Tokyo.
Por suerte no llovió en la montaña Nokogiri.