[Agosto de 2020] Hay muchos tipos de marisco excelentes en Cerdeña, Italia, pero también tienen platos de carne únicos.
El más famoso es el Porceddu, que es un cochinillo entero asado.
Lo conocí cuando visité Cerdeña por primera vez, hace 10 año,s y me encantó.
Pero todavía no lo habíamos visto en Alghero, así que un día le preguntamos a un taxista.
También recomendó un agroturismo (un alojamiento en el campo con un buen restaurante típico) llamado Barbagia, lejos del centro de la ciudad, cerca del aeropuerto de Alghero.
Así que, el primer día nublado desde que llegamos aquí, reservamos una mesa para almorzar, después de la fuerte lluvia que hubo durante la noche.
Cuando mi esposo los llamó por teléfono para hacer la reserva y dijo ‘una mesa para dos’, la persona en el teléfono aparentemente hizo una voz de sorpresa.
Cuando llegamos al restaurante, entendimos por qué.
Este era el típico restaurante italiano donde muchas familias se reunían para comer.
Éramos la unica pareja.
Todas las mesas estaban en la terraza ventilada.
Aquí solo había un menú, y todos comían lo mismo.
Primero, los 5 entrantes; calabacín en rodajas finas y queso de oveja con una deliciosa salsa de calabacín, berenjena picante cortada gruesa, jamón graso + salami, ensalada de frijoles y queso seco + queso crema salado.
Ya me estaba llenando.
En cuanto al vino, solo servían tinto de la casa o blanco de la casa, pero podíamos tomar tanto como quisiéramos.
A continuación, los 2 primeros (pasta): ravioles con queso ricotta y menta (de sabor fuerte) y pasta plana con salsa Ragu.
Sirvieron todo lentamente, para que nosotros también pudiéramos comer lentamente, lo que significaba que podíamos comer de todo, aunque había demasiado.
Después del primero, sirvieron verduras crudas para el acompañamiento como refresco.
Luego sirvieron el segundo (principal) que eran la ternera guisada y el Porceddu que tanto estaba esperando.
El estofado tenía un sabor bastante suave, pero el Porceddu era fuerte y salvaje.
Me gustó, pero a mi marido no le entusiasmó.
Queríamos ver cómo cocinaban el lechón, así que fuimos a la cocina pero llegamos demasiado tarde, y ya estaba todo hecho.
No importa…
Mi esposo escuchó la conversación de nuestros vecinos con la camarera y descubrió que ella estudió y calificó para trabajar profesionalmente en la industria de la hospitalidad y durante el invierno, la temporada baja en Cerdeña, se va a Suiza para trabajar allí.
Este tipo de camareras o camareros profesionales son muy raros en Gran Bretaña, donde vivimos.
Los postres que sirvieron fueron frutas (melones y uvas) y pasteles de nueces locales.
Y luego se siguió el café y el Mirto (típico digestivo sardo).
En total eran 70 euros para dos, un precio extraordinariamente barato.
Sabíamos que iba a costar 35 € cada uno, pero nos esperabamos que se añadiera algún cargo por servicio o algo.
Debido a que este lugar estaba lejos del centro de la ciudad de Alghero, usamos taxis en el camino de ida y vuelta.
Después de la comida, mientras esperábamos el taxi, caminamos por el jardín y los alrededores, y encontramos muchos caracoles.
Allí había muchos caracoles blancos.
No hicimos nada más ese día porque comimos demasiado.
No hace falta decir que ese día engordamos algun kilo.
El atardecer que vimos desde la ventana de nuestra casa (Airbnb) fue precioso.
