[Agosto de 2020] Como dije antes, nuestra vacación en Alghero en Cerdeña en Italia era para ‘trabajo’, así que decidimos cocinar para nosotros.
Por eso, fuimos de compras el primer día.
El propietario de nuestro Airbnb nos dijo que la cooperativa en Via Sassari, a unos 10 minutos de nuestra casa, era el supermercado mejor de la ciudad, así que fuimos allí.
Los supermercados son similares en todo el mundo, pero es verdad que los italianos venden muchas más salsas de tomate y pastas que lo normal.
Esta cooperativa no era tan grande, pero en los grandes supermercados de los suburbios de Milán, el estante de pasta ocupa un entero pasillo.
Sucedió algo en esta cooperativa: no el primer día, pero cuando mi esposo fue allí solo, vio que la cajero estaba discutiendo con un cliente anciano.
El cajero decía con dureza «Te dije que tienes usar la mascarilla. Es la tercera vez que te lo ripito. No vengas más aquí!».
El anciano contestó: «Tengo anticuerpos», y el cajero le contestò: «Si es así, déjeme ver las pruebas del hospital o llamo la policía».
Otros clientes que miraban la escena estaban de la parte del cajero, según mi esposo.
Este es un ejemplo para demostrar que Italia, el primer país de Europa a sufrir de la pandemia, tiene una actitud seria en el mantener medidas contra el Covid-19.
Otro ejemplo fue nuestro vuelo con Alitalia.
Por el contrario, en Inglaterra, la regla es que todos lleven máscaras en los transportes publicos y alrededor del 20% de las personas se rebelan y no usan las máscaras, lo que me hace enfadar.
Boris Johnson (primer ministro), de alguna manera los está apoyando diciendo «Nuestro país tiene una larga historia de libertad».
Escandaloso, ¿no?
Volvimos a casa (ya empezabamos a sentir que el Airbnb era nuestro hogar) para dejar la compra, y salimos a dar un paseo por el casco antiguo.
Era de noche, pero había mucha gente disfrutando de la Passeggiata (paseo), y la ciudad me hacía sentir las emociones de estar de vacaciones.
Como habíamos tenido un buen almuerzo, queríamos una cena ligera, así que buscamos un restaurante de Pintxos, en el que habíamos estado hace dos años, pero no recordamos el nombre y no lo encontramos.
Mientras estabamos buscando el restaurante, nos encontramos con un bar de vinos llamado L’Altra Vineria y, como una mesa exterior estaba libre, decidimos pararnos allí.
Pedimos una copa de vino blanco ligero, y el que sirvieron fue excelente, así que tomamos otra copa cada uno.
Nos dieron un refrigerio ligero para acompañar el vino, el queso crema y otras cosas acompañadas de pan, y todo estaba muy rico.
Charlamos un poco con el dueño del bar, y descubrimos que era originario de Brescia en el norte de Italia, y se mudó a Aghero.
El señaló a un cliente y dijo: «Es de Inglaterra pero empezó a vivir aquí».
Al parecer, Alghero es una ciudad de tamaño razonable, la población es de unos 45.000 habitantes.
«El ambiente es encantador, la comida está excelentes … ¿Por qué no te mudas aquí tu también?» Nos preguntó.
Después de estar en casa durante cinco meses sin conocer a nadie, llegar aquí, en este sitio meravilloso hizo que nuestras emociones se dispararon, y sentimos que esta idea era fantástica, sin pensar demasiado en las consecuencias.
Íbamos de regreso a casa con este buen humor, cuando encontramos una heladería abierta.
Cuando estés en Italia, nunca te pierdas un helado.
Elegí el azul allí.
Solo era un helado de vainilla colorado de azul, pero para mí fue absolutamente delicioso.
