[ Sept.2018 ] Visitamos la ciudad de Murakami en las prefecturas de Niigata con nuestros amigos que viven en la ciudad de Niigata.
El día que comenzamos estaba lloviendo muy fuerte en Kanto, por eso quisimos tomar un taxi para ir de la casa a la estación mas cercana.
Así que llamamos pero nos dijeron «No tenemos autos por el momento. Por la lluvia, taxis son como un diamante en el desierto».
¡Que frase interesante!
Tomamos el Shinkansen, el tren bala, hacia Niigata. En el camino el clima mejoró.
Nos encontramos con nuestros amigos y fuimos a Murakami en su auto.
Llegamos a la hora del almuerzo.
Nuestros amigos recomendaron ir al negocio y restaurante especialista en carne, llamado Yamashin.
Hay una gran variedad de bife japonés, wagyu, que se encuentra en todo el país, incluyedo bife de kobe y bife de hida.
De acuerdo con el folleto, la especialidad de Murakami son las vacas alimentadas con follaje, llamado koshihikari, por dos años.
Niigata es famoso por su buen arroz.
Que las vacas se alimentes de esa forma cambia su sabor.
Yo no pude diferenciar su sabor del resto de los bifes japoneses, pero era muy rica.
No podemos comer mas bifes grasos porque comimos muchos bifes hida algunos años atrás. Pero este no era pesado y era muy sabroso.
Nuestros amigos le preguntaron a las personas del negocio «No vemos vacas por acá, ¿donde están?. Ellos dijeron que no estaban en la ciudad, sino en unas colinas en los suburbios.
Nos dijo que el bife de Murakami solía comerse crudo también, «pero desde que pasó un accidente» se cocina.
Luego del almuerzo fuimos a una cervecería de sake llamada Taiyo Shuzou.
Uno de nuestros amigos no dijo que aquí se podía hacer una cata.
Visitamos su pequeño museo y disfrutamos de las exhibiciones antes de la cata.
El encargado explicó cada una de ellas, diciendo cosas como «Esto es bueno con sashimi» o «Pueden tomar esto todas las noches con su cena».
Dentro de las tres Daiginjo, sake premium, nos gustó la segunda que tenía gusto a pera, así que compramos una botella.
Luego de eso el encargado nos llevó a la sala de producción, haciéndonos un favor, porque es una visita que hay que reservar con anticipación.
Él nos explicó todo sobre sugitama (una bola hecha de ramas de cedro).
Sabíamos que tradicionalmente se cuelgan en los aleros de las cervecerías. Pero de acuerdo con él, originalmente se colgaban en todas partes ara repeler a los insectos.
Cada sugitama se realiza a mano, insertando las ramitas una por una.
Si querés comprar una sugitama su precio es de 200,000 – 300,000 yen (mas o menos £1,700, €1,900, $2,200).
Acá las hacen ellos mismos.
Este edificio tiene 150 años y se mantiene fresco en verano y cálido en invierno.
De hecho parecía que había aire condicionado.
Nos explicó que los productores profesionales de sake surgieron al rededor del medio Yedo (1603 – 1868), porque antes de este periodo la gente era muy pobre para vender arroz.
Cuando la gente se volvió mas pudiente, las cervecerías se volvieron un negocio.
De acuerdo con el folleto, esta compañía empezó en 1945 con la unión de varios productores de sake. Uno de los productores originales fundó su negocio en 1635, haciéndolo uno de los mas antiguos de Japón.
También explicó que el arroz de sake es diferente del que come la gente de Japón.
El arroz de sake puede ser usado para hacer risotto.
Luego de moler los granos para hacer sake, el resto se usa para hacer sotaventos de sake.
Nos mostró los sotaventos de sake y su olor era muy fuerte.
Dijo «Algunas personas se emborrachan de oler esto».
Parecía disfrutar de su trabajo y nos dijo «Me gusta este trabajo porque a la gente no le importa que esté con resaca y los clientes me dicen»claro que tenés que tomar para entender de lo que hablás, no?»»
Si, suena como un muy buen trabajo.