[Junio de 2021] Caminamos a lo largo de la costa desde el castillo de Dunnottar, un lugar pintoresco en el sur de Aberdeenshire, Escocia, hasta la ciudad de Stonehaven.
Hubo bastantes altibajos, pero las vistas fueron excelentes, y fue un buen paseo.
También volví a tomar fotografías del castillo de Dunnottar, mirando hacia atrás muchas veces.
En el camino, había algo así como un sitio arqueológico en la colina.
Este es un monumento para conmemorar a las víctimas de las dos guerras mundiales, y se dice que fue intencionalmente hecho como una ruina.
Si hubiéramos escalado tanto, el paisaje habría sido aún mejor, pero no teníamos tanta energía, así que seguimos sin escalar.
Quizás caminamos durante 30-40 minutos, y pudimos ver el puerto debajo a través de los espacios entre las hojas.
Este era Stonehaven.
No solo la vista del puerto, sino también la vista de la ciudad de muchas casas tierra adentro fue muy agradable de ver.
Cuando llegamos al puerto, estaba lleno de gente.
Era un fin de semana soleado, por lo que toda la gente de la ciudad había salido.
Rápidamente encontramos los pubs y la heladería recomendados por el taxista antes, pero había una larga cola.
La valla del puerto estaba llena de gente, y no había hueco para podernos sentar.
Así que nos movimos, pasamos por un callejón estrecho hasta la bahía del otro lado.
Este lado estaba tranquilo porque no había ninguna tienda.
Las gaviotas ocupaban el mar.
Nos sentamos en un banco para descansar, pero teníamos mucha sed, así que decidimos volver adentro, buscando un café o un pub.
Entramos en un pub en Market Square, que parecía ser el centro de la ciudad, pero nos rechazaron porque estaba lleno de reservas.
Decidimos darnos por vencidos y dirigirnos a la estación.
En el camino nos encontramos con el Hotel Belvedere, y el pub no estaba lleno, así que nos tomamos un descanso con un vaso de cerveza.
No hace falta comentar que la cerveza tenía un sabor genial, después de la larga caminata.
Nos rejuvenecimos un poco y abordamos el tren que salía a las 18:36 como estaba previsto.
Estaba tan cansada y que me quedé dormida en cuanto subí en el tren.
Sin embargo, el tren se atascó en la estación de Dundee, que está a medio camino entre Edimburgo y Stonehaven.
Aparentemente, el conductor que estuvo a cargo del resto del viaje no se presentó debido a un accidente ocurrido ese mismo día.
Después de esperar un rato, escuchamos un anuncio: el tren estaba cancelado.
No tuvimos más remedio que esperar el próximo tren en el andén de Dundee.
Finalmente llegó el tren que salía a las 20:29 y subimos, pero se retrasó otros 10 minutos porque el conductor se retrasó.
Estaba bastante lleno porque los pasajeros de dos trenes subieron a uno.
Finalmente, llegamos a Edimburgo una hora más tarde de lo planeado originalmente.
Era tarde, pero fue un alivio ver que todavía estaba brillante en esta época del año aquí.
